El origen de las cuerdas: el paso al nylon

La evolución de los instrumentos históricamente ha sido guiada por los músicos, quienes explicaban a sus artesanos qué sonidos querían obtener, y estos eran los encargados de dar forma a las necesidades de los músicos. Instrumentos que a primera vista pueden parecer muy sencillos han evolucionado tanto en forma como en las materias primas con las que se fabrican.

En esta ocasión, las protagonistas son las cuerdas de la guitarra. Para producir los sonidos simplemente es necesario un cuerpo vibrante, ya que el sonido no es más que una onda de presión que se transmite en el aire, y en este caso se consigue mediante la tensión de las cuerdas.

La familia de instrumentos de cuerda es muy extensa y sus orígenes se remontan miles de años atrá. No obstante, solo hablaremos del progreso de la guitarra clásica desde finales del siglo XIX. Al principio, las cuerdas que se utilizaban eran de tripa de animal. La necesidad de mejora vino dada por la extrema fragilidad del material y por cómo les afectaba el cambio de temperatura y humedad respecto a la afinación.

Aunque hasta hace unos 70 años únicamente se utilizaba el tejido animal, fue el maestro concertista Andrés Segovia quien, tras un concierto en Estados Unidos, reclamó una solución motivada por la escasez de cuerdas de origen animal en un país inmerso en la Segunda Guerra Mundial. Puesta en marcha la búsqueda de una alternativa, los fabricantes de materiales sintéticos DuPont, proveedores del ejército británico, ofrecieron este material al guitarrero Albert Augustine, quién fabricó la primera cuerda de nylon tynex para guitarra clásica, la 427 Pacesetter Elite semejante a las de tejido animal.

Corría el año 1946 cuando se empezaron a comercializar las cuerdas de nylon, marcando una auténtica revolución en los instrumentos de cuerda. La evolución de la guitarra eléctrica daría paso a importantes innovaciones. Durante los 70 y los 80 se probaron diversos materiales como el acero, aluminio, cobre y técnicas de pulido, recubrimiento o refinado. Algunos descubrimientos importantes fueron las conocidas Folksinger que incorporaban una bola en la terminación como alternativa al nudo en el puente, el entorchado, etc. Dichos cambios permiten a los músicos conseguir nuevos sonidos, más graves o más agudos, sin la preocupación de la posible rotura de cuerdas en pleno concierto o la desafinación por el rápido desgaste.

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