Guitarras españolas y maderas tropicales
Palosanto, bubinga, sicomoro, ébano… La mayoría de las maderas utilizadas en la fabricación de la guitarra clásica son de origen tropical. Pero, ¿cómo puede ser esto así cuando el origen de la guitarra es español? Lo cierto es que ese es precisamente el motivo. El desarrollo naval español durante el Siglo de Oro –tras el descubrimiento de América- es la razón por la que las guitarras clásicas son construidas con maderas de origen exótico.
Vayamos por partes.
“¿Sabes cómo se dice carpintero en inglés? Carpenter, cierto, eso es porque su origen es español”, nos explica con entusiasmo José María Jiménez, gerente de Guitarras Manuel Rodríguez. Ingeniero de Montes de formación y amante de las maderas de vocación, Jiménez asegura que los mejores carpinteros del mundo han sido los de nuestra tierra durante muchos años.
Los numerosos viajes a lo ancho del Atlántico con los navíos de la época hicieron que las reparaciones se convirtieran en habituales a los dos lados del océano. Los carpinteros españoles sabían cómo trabajar las maderas europeas, no así las americanas. Eso supuso un gran impulso en la investigación de las características y las bondades de cada tipo de árbol en el nuevo continente. Los carpinteros españoles se convirtieron entonces en verdaderos ‘ingenieros de la madera’. “España era como la NASA de la época”, comenta divertido Jiménez.
Estabilidad, belleza, impermeabilidad. Estas y otras cualidades caracterizan a las maderas naturales de las zonas ecuatoriales y tropicales. Climas suaves e invariables e índices de humedad estables hacen de las maderas de dichas latitudes muy especiales, con un grano muy compacto, vetas homogéneas, lo que las convierte en robustas y resistentes.
Esas características eran las que los lutiers españoles precisaban para hacer sonar mejor y mejor sus primeras guitarras. Lo cierto es que este instrumento, como muchos otros, se puede construir casi con cualquier madera, pero la clave está en qué material es el que aporta una mejor sonoridad y resistencia al instrumento.
De ahí que las mejores guitarras clásicas sean españolas y tengan alma exótica.