La importancia de la roseta y las cenefas en la guitarra clásica
Aunque en la actualidad muchos fabricantes de guitarra clásica compran estos motivos decorativos a un tercero, la roseta es más que un mero recurso estético, pero en realidad es mucho más, es la marca de la casa, es el sello del lutier.
Tradicionalmente, cada lutier elaboraba las rosetas de sus guitarras –aún se hace en algunos pequeños talleres-. ¿Cómo? Pues con mucha paciencia y cuidado. Utilizando un cilindro, se elige o diseña un dibujo y se van introduciendo barritas o planchas muy finas de madera de diferentes colores que se encolan para obtener la forma deseada. Después se cortan finísimos filetes y ¡voilá!
De esa manera, cada artesano ponía su impronta en la parte más visible de la guitarra. En otras palabras, era como plantar la marca en medio del instrumento.
En la actualidad suelen comprarse ya elaboradas, ya que el proceso de fabricación es tan complejo que eleva excesivamente el precio final de la guitarra. Sin embargo, como es en el caso de Guitarras Manuel Rodríguez, conservamos una práctica un tanto parecida, la de la elaboración de las cenefas.
Las cenefas sirven principalmente, para diferenciar unos modelos de otros dentro de un taller en el que se ofrecen distintos tipos de guitarra. Además, según las maderas con las que se elaboren, pueden servir también para dar consistencia a la caja de resonancia.
En MR nos enorgullece hablar de nuestras cenefas en forma de pluma multicolor, que sólo pueden verse en los instrumentos de gama más alta.
Su elaboración es muy parecida a la de las rosetas, pero en lugar de crear los dibujos en círculo, se hacen en tiras. ¿Cómo se hacen? Pegando tiras y tiras de madera de diferentes colores y cortándolas posteriormente en filetes.