Su guitarra siempre a punto
Algunos de los cuidados de la guitarra pueden resultar básicos, obvios e incluso redundantes, pero, para una conservación y envejecimiento óptimo hay que ser constante en la limpieza, la afinación y evitar golpes.
- La humedad y la temperatura
Los cambios bruscos de temperatura y el contacto con la humedad pueden dañar la madera. Por esta razón, es aconsejable evitar guardarla en el coche, dado que puede alcanzar altas temperaturas, así como cerca de radiadores o aparatos de aire acondicionado. Respecto a la humedad, mantenerla estable entre el 45% y el 70%, se puede controlar mediante un higrómetro.
- La limpieza
Al finalizar cada sesión sería recomendable pasar un paño seco o ligeramente humedecido por la guitarra, haciendo hincapié en las cuerdas, elemento principal que manejamos, para no acumular polvo y suciedad proveniente del ambiente y el sudor que producen nuestras manos. Cada cierto tiempo una limpieza a fondo, siendo especialmente meticulosos en el diapasón, el puente y las selletas, montando y desmontando, usando pequeños cepillos, extrayendo así la suciedad acumulada.
- Las cuerdas
Es fundamental cambiar las cuerdas a menudo, recuerde que las cuerdas pierden calidad simplemente por estar en tensión. Dependiendo de cuánto y con qué intensidad toquemos, el tiempo óptimo puede variar, la experiencia hace fácil reconocer el momento de cambio, si está empezando y no sabe bien cuando debe hacerlo, calcule y marque los cambios en un calendario.
Para sacar el mayor partido al cambio de cuerdas, se aconseja desmontarlas una por una y no todas a la vez, afinándolas según se cambian, para evitar que el mástil se destense, lo cual provocaría una cierta pérdida de sonido.
- La funda
Proteja la guitarra de posibles golpes, es importante adquirir una funda resistente. Dependiendo del medio de transporte, escoja una funda, maleta o estuche que asegure la protección de la misma. Cualquier golpe puede dañar la madera, y consecuentemente distorsionar el sonido.
A la hora de viajar en avión, es importante destensar las cuerdas, envolver la guitarra en tela y transportar en un estuche, ya que la funda no protege los golpes.
De cara a posibles roturas, la respuesta por su parte, debe ser destensar las cuerdas y acudir a un lutier. Un pequeño desperfecto puede acabar en un daño irreparable de su guitarra.